Pensando en diarios íntimos, leyendo 'El discurso vacío' de Mario Levrero es imposible no pensar en eso.
Mirando mis cuadernos de bocetos y apuntes.
Son un diario íntimo también.
Paso las páginas, veo los dibujos y recuerdo en qué andaba. Cómo estaba. Con quien estaba y con quien no. Si lo hice triste, contento, furioso, tratando de escaparme o festejando algo. Aún cuando la memoria esquive el recuerdo, y no me pasa muy seguido, está la sensación clara. En las líneas digo, por eso de dibujar con el cuerpo y la mente, noto mi ánimo del momento.
Pasa, claro, con todo lo que dibujo. Pero en el caso de un cuaderno de bocetos (libreta, hojas sueltas en sobre, carpeta o cajón), es más evidente. Porque es eso y nada más. No media el oficio, la fecha de entrega, el encargo, nada.
Este sábado en el quiosco en glorioso papel de diario.
O aquí, haciendo click en la imagen.
Buen finde.
Un beso,
FER calvi.
6 comentarios:
buenisimo fer, realmente me tocaste con esta pagina :) un saludo!
Lea
Gracias, Lea!
recién lo veo en glorioso papel y en detalle y se me voló la peluca
y bueno, eso, algo tenía que decir
beso
Inés
es verdad que los cuadernos funcionan como registro histórico de uno mismo.
aveces en los míos encuentro respuestas, aun que generalmente abundan las preguntas.
saludos fer, me gusta mucho la pag
fede
Te acompaño en el sentimiento, Cada vez que veo un viejo dibujo me invade el cuerpo todo lo que sentí durante el proceso; es como decis vos, si estaba con alguien, con quien estaba, si pensaba en otras personas, si estaba de bajon, si me reía por algo que solo yo voy a saber... sos un alma sensible calvi
muy cierta tu reflexión, saludos
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